¿SABES CÓMO IDENTIFICARLOS?

El aspecto físico es una de las mayores preocupaciones en la actualidad. Esa preocupación empieza desde la adolescencia, tanto para mujeres como para hombres. Si esta preocupación se sale de control, se pueden llegar a tener conductas excesivas las cuales pueden llevarnos a desarrollar trastornos alimenticios. 

¿Sabías qué Los trastornos alimenticios los sufren en mayor medida las mujeres (90%) en comparación con los hombres (10%)

¿Qué son los trastornos alimenticios?

Los trastornos de la conducta alimentaria constituyen alteraciones severas en la ingesta de los alimentos, en personas que presentan patrones distorsionados en el acto de comer en respuesta a un impulso psíquico. Estos trastornos son más frecuentes en las mujeres e iniciándose generalmente durante la adolescencia. Además, uno de los mayores problemas, es que no existen tratamientos farmacológicos o nutricionales con eficacia demostrada.  Por lo tanto, se opta por tratamientos psicológicos. El proceso de recuperación puede llevar meses o años. 

¿Cuáles son los diferentes tipos de trastornos alimenticios?

Anorexia nerviosa 

Personas con anorexia nerviosa generalmente se pesan varias veces, racionan la comida cuidadosamente y sólo comen pequeñísimas cantidades de ciertas comidas. 

¿Cómo identificarla?

1. Adelgazamiento extremo e incesante búsqueda de delgadez.
2. Miedo intenso a subir de peso.
3. Falta de menstruación en niñas y mujeres.
4. Alimentación extremadamente restringida.

Bulimia nerviosa 

La bulimia nerviosa se caracteriza por episodios frecuentes y recurrentes de ingesta de cantidades extremadamente grandes de comida. Posteriormente, a este atracón le sigue un tipo de comportamiento como vómitos forzados o abuso de laxantes, ayunos y/o exceso de ejercicios.

¿Cómo identificarla?

1. Comer a escondidas.
2. Provocarte el vómito.
3. Uso excesivo de laxantes o diuréticos. 
4. Trastorno de reflujo gastroesofágico (ácido) y otros problemas gastrointestinales.

Trastorno por atracón

Con el trastorno por atracón una persona pierde el control sobre su alimentación. A diferencia de la bulimia nerviosa, a los episodios de atracones no les siguen comportamientos como purgas, exceso de ejercicios o ayunos. También, llegan a experimentar un sentimiento de culpa, vergüenza y/o angustia por tal comportamiento, lo que puede llevar a más atracones.

Ortorexia 

Cuando existe una obsesión por comer sano, estamos frente a un caso de ortorexia. Aquí, la persona lleva un control exhaustivo y cada vez más estricto de los componentes de los alimentos que va a consumir

¿Cómo identificarla?

1. Dedicar más de 3 horas al día a pensar en su dieta sana.
2. Preocuparse más por la calidad de los alimentos, que del placer de consumirlos.
3. Sentimientos de culpabilidad cuando no cumple con sus convicciones dietéticas.

Vigorexia 

Es un trastorno en el cual la persona se preocupa constantemente por parecer demasiado pequeña y débil. Por lo mismo, quienes sufren este problema realizan mucho deporte orientado a aumentar la masa muscular y para ello, también consumen suplementos proteicos y anabólicos.

¿Cómo identificarla?

1. Tener una preocupación desmesurada por su propio cuerpo, lo que lleva, a estar diariamente analizando el peso, el estado de los músculos, y la cantidad de grasa.
2. Tener excesiva dependencia del ejercicio físico.
3. Ves una imagen totalmente distorsionada del propio cuerpo.

Potomanía 

Esta es una obsesión donde, de forma compulsiva, la persona desea beber agua en grandes cantidades durante todo el día. En consecuencia, llenan su estómago y así evitan comer, por lo que también se le asocia a trastornos alimentarios como la bulimia o la anorexia. 

¿Cómo identificarla?

Existen diversos factores de riesgo que pueden influir en la aparición de este trastorno como:

1. Enfermedad renal crónica.
2. Desordenes orgánicos o patologías hormonales (diabetes mellitus, uno de cuyos síntomas es la polidipsia o exceso de sed)
3. Padecer anorexia nerviosa.

La mayoría de estos padecimientos pueden provocar problemas de salud como enfermedades cardíacas y renales, o incluso la muerte. Sin embargo, hay tratamientos que pueden ayudar a la persona a salir adelante. Por lo tanto, es muy importante saberlas detectar con tiempo. 

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